PADRES CONCIDEREMOS LAS AMBICIONES QUE TENEMOS PARA NUESTROS HIJOS.
Nosotros enseñamos a nuestros hijos a acumular. Cristo los llama a renunciar a todo lo que poseen (Lc. 14:33).
Nosotros les enseñamos que ser pobre no es loable. Jesús dijo: «Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios (Lc. 6:20).
Nosotros les decimos que se queden en casa y cumplan bien con todo. El Señor les dice: «Id por todo el mundo y predicad el evangelio» (Mr. 16:15).
Nosotros les inducimos a asegurar su vida terrenal. El Salvador les exhorta a hacerse tesoros en el cielo (Mt. 6:20).
Nosotros les proponemos que vivan para dos mundos. Jesús dice que eso no es posible (Lc. 16:13).
Nosotros les enseñamos a «andar por vista». La Palabra les enseña a «andar por fe» (2 Co. 5:7).
Hermanos, es hora de que nos replanteemos las ambiciones que tenemos para nuestros hijos a la luz de estos hechos ineludibles.
Por todo el mundo los hombres y las mujeres sin Cristo se están perdiendo.
Nosotros les enseñamos que ser pobre no es loable. Jesús dijo: «Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios (Lc. 6:20).
Nosotros les decimos que se queden en casa y cumplan bien con todo. El Señor les dice: «Id por todo el mundo y predicad el evangelio» (Mr. 16:15).
Nosotros les inducimos a asegurar su vida terrenal. El Salvador les exhorta a hacerse tesoros en el cielo (Mt. 6:20).
Nosotros les proponemos que vivan para dos mundos. Jesús dice que eso no es posible (Lc. 16:13).
Nosotros les enseñamos a «andar por vista». La Palabra les enseña a «andar por fe» (2 Co. 5:7).
Hermanos, es hora de que nos replanteemos las ambiciones que tenemos para nuestros hijos a la luz de estos hechos ineludibles.
Por todo el mundo los hombres y las mujeres sin Cristo se están perdiendo.
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