Una de las fortificaciones más sólidas de todas las épocas se construyeron en el Período Medio del Bronce. Sólidos muros, más anchos en la base, con una cara inclinada en el exterior, estaban fundados sobre excavaciones de poca profundidad para hacer más difícil el trabajo de cavar debajo de ellas. La parte inferior estaba hecha de piedra, la superior, de ladrillos. En este período, los muros de Jericó consistían de un revestimiento o muro de contención de piedra, de unos 3,60 m de altura, encima del cual había un muro de ladrillos enlucidos de unos 11 m con una inclinación de 35º. Culminaba con una pared de ladrillos de altura desconocida, que hacía difícil, si no imposible, escalarlo. El resultado era un sistema defensivo imponente, similar al de los castillos medievales. Jerusalén estaba en relación de pacto con Jehová Dios, todavía rehusó tercamente seguir los caminos de Dios y escuchar a sus profetas. Jehová dijo que habían 'endurecido su cerviz para no obedecer Sus palab
Él se mueve como quiere. Tratamos de que le ponga en nuestro molde de concreto, pero nuestros esfuerzos se ven frustrados siempre. La mayoría de los tipos del Espíritu Santo son fluidas - viento, el fuego, el aceite y el agua. Podemos tratar de mantener éstos en nuestras manos, pero tienen una forma de decir ¨No¨ El Espíritu Santo nunca hará nada que es moralmente incorrecto, pero en otras áreas Él se reserva el derecho a actuar de modo excepcional y poco convencional. Por ejemplo, si bien es cierto que Dios ha dado primacía al hombre, no podemos decir que el Espíritu Santo no puede levantar un Deborah para guiar al pueblo de Dios si así lo desea. En los días de decadencia, el Espíritu permite que el comportamiento que normalmente se prohíbe. Así, David y sus hombres se les permitía comer panes de la proposición, que fue reservado exclusivamente para los sacerdotes. Y los discípulos estaban justificadas en la cosecha del grano en el día de reposo. La gente dice que hay un patró
No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo cre
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